Mi novia me dejó el 14 de febrero de hace dos años. Simplemente dejo de llamarme y responder mis mensajes. Estuve traumado bastante tiempo hasta que un amigo me aconsejó instalar Tinder en el móvil. Es una aplicación que deslizas el dedo a la derecha cuando te gusta una mujer y a la izquierda cuando no. No tenía suerte. Me decía la app que tenia gente que le gustaba, pero nunca me salían. Hasta que una vez decidí darle un like a una que no me gustaba y salió el Match. Volví a probar y lo mismo. Llegue a la conclusión que solo gustaba a las feas y a las gordas o esqueléticas o viejas… Me prometí a mi mismo buscar al menos una vez al día hasta que encontrara un match que me gustara a mí.
Iba ya borrar la aplicación cuando apareció ella. Sandra Reina. Tenía muy bien tipo y una cara bonita. Me llamó la atención sus ojos saltones e intensos. En su perfil ponía: Sensitiva, espiritual y vidente. Nada más y nada menos. Lo de sensitiva sensual me gustaba. Respecto a lo espiritual me la imaginaba de ir todos los domingos a misa como mi abuela. Pero tampoco me molestaba tanto. Lo de vidente no lo entendía mucho, pero luego si supe muy bien lo que significaba.
Empezamos a chatear y creo que nos entendíamos muy bien. Le hable de mi antigua novia que desapareció para siempre en San Valentín y ella también me abrió su corazón y me contó que se había enamorado de un hombre casado alemán pero que debía olvidarle porque era un mal karma para ella.
Quedamos para tomar un café al día siguiente en la cafetería Cosmos a las 3:33 pm. Me dijo que solo estaría un minuto allí pues era el momento justo para vernos. Como no, estuve allí a la hora indicada y la conocí en persona. Era muy guapa, una cara encantadora y me sentía muy afortunado de haber ligado por fin con Tinder. Tenía los ojos demasiado saltones para mi gusto pero tampoco iba a ser tan crítico. En general me gustaba y yo tampoco soy Mister universo. Tengo ya canas y barriga.
Pasamos varias horas hablando, sobre muchos temas. Me echó las cartas del tarot y me acertó en todo. Bueno, creo, más o menos. Ya le había contado mi vida el día anterior. Me dijo que mi antigua novia era tóxica para mí y mejor que me hubiera dejado. Todo iba genial cuando me dijo que tenía que irse. Unas voces le habían dicho que era el momento de dejarnos hasta el día siguiente. Me quedé un poco cortado pero bueno… Tendría una siguiente cita mañana. Y precisamente era San Valentín. Por la noche me mando un whatsapp prometedor.
Mañana a las 4:44 en el Cosmos. Tenemos que conocernos mejor…
Sonaba tan bien. Apenas puede dormir esa noche pensando en la próxima cita. Soñé con ella y sus grandes ojos mirándome. De verdad creí que me estaba enamorando. Por fin llego la hora mágica y allí estaba Sandra de nuevo. Guapísima.
Empezamos a hablar cuando la noté con frío. Aproveché la oportunidad para ponerle mi abrigo en los hombros y acercarme un poco más. Pensé realmente que estaba haciendo progresos y quizás empezaría una relación precisamente en San Valentín. Después del café me tomé un chupito de ron para envalentonarme un poco. Así de pasada le dije que el próximo miércoles tenía que ir a Barcelona para una reunión. De repente se puso muy seria y me dijo: No el miércoles no, vete otro día, pero el miércoles es mal día. Le respondí que la haría caso pero no iba a poner en problemas mi trabajo por estas cosas.
Recuerdo que fui al servicio y al volver la encontré lívida. Me soltó.
- Cuando te has ido ha venido una presencia y se ha sentado en tu sitio. Me dijo que no te ayudara, pero yo lo voy a hacer porque eres mi amigo.
- Tienes que comprar tres velas blancas y escribir el nombre de tu exnovia, tu madre y el tuyo y quemarlas a las 12 de la noche la próxima luna llena.
Sandra tenía sus arranques, pero ya me estaba acostumbrando a sus cosas. Ya me veía viviendo juntos, yo viendo el futbol con mis amigos y ella con sus amigas con la ouija en la habitación de al lado. Pasaba de estas cosas espirituales, pero le diría cumplido con el ritual para tenerla contenta. Podían convivir nuestras aficiones. En esto que me cogió la mano y empezó a leerme la palma. Me pareció super romántico. Ella me aseguró que en la línea del corazón aparecía una persona pronto. Quise darla un beso, pero apartó su cara y me dijo:
- Hoy no es el momento…
No se si me daba largas o me pedía que esperara un día más. Pero al menos quedaba la esperanza. Así nos despedimos hasta al día siguiente… Ella me diría la hora en la misma cafetería Cosmos.
Dormí bastante bien esa noche, pero a las tantas del mañana recibí varios whasapp. Estaba tan dormido que ni los miré de reojo. Solo leí el ultimo: Adiós. Pensé que era Sandra que me deseaba buenas noches y volví a dormir
A la mañana siguiente mientras tomaba el café recordé los mensajes de whasapp y los leí.
5.50: No sé cómo explicarte esto
5:51: No he podido dormir durante toda la noche.
5:52: Me vinieron unas almas buenas y otras que no eran tan buenas, pero hubo muy mala vibración entre ellos.
5:53: Me he quedado agotada y sin poder levantarme de la cama.
5:54: Es mejor que no mantengamos ningún tipo de relación, porque somos incompatibles. Es mejor que no nos volvamos a ver, ni hablar ni escribirnos nunca más en esta vida y en las siguientes.
5:55 Adiós
Y así me quedé. Plantado por segunda vez en San Valentín
Comentarios